La primavera es un momento en el que tradicionalmente, todos los años, vivimos un «boom» de demanda de tratamientos no quirúrgicos (rellenos faciales, aumentos de labio, revitalización cutánea). Es la época de las fiestas y celebraciones de primavera (ferias, Rocío, comuniones) y en la que el buen tiempo anima a una vida social más intensa. Prepararse para ese verano de salidas con amigos también anima a muchas personas a demandar este tipo de tratamientos que permiten verte mejor, sin pasar por quirófano y sin unos tiempos de recuperación nulos o muy cortos.
Este año, a pesar de que la vida social se ha limitado mucho y el empleo de mascarillas en lugares públicos no permiten lucir igual el buen aspecto que estas técnicas pueden proporcionar, vemos como muchas personas se animan a seguir cuidándose. Este detalle nos hace caer en la cuenta de que estos tratamientos no se los hacen los pacientes por vanidad o por lucirse frente a otros, sino por sentirse bien con uno mismo y con su apariencia.
Muchas veces, la pérdida de volumen de determinadas zonas de la cara dan a ésta un aspecto cansado o triste. Aportar ese volumen -mediante inyecciones de ácido hialurónico u otros materiales de relleno- en esas zonas claves puede devolver a la cara no ya una apariencia rejuvenecida, sino también proyectar una imagen más positiva. Quizás por eso, la mayoría de las personas que prueban estos tratamientos repiten.
Más allá de acabar con esa arruga o esa imperfección, que también es objeto de estos tratamientos, en muchas ocasiones lo que se consigue es que los demás te dejen de ver con un aspecto cansado a pesar de que no lo estás, o triste cuando no es ese tu estado de ánimo. Por ejemplo, unas arrugas muy pronunciadas en el entrecejo, además de ser eso -unas arrugas- pueden darnos un aspecto enfurruñado y agresivo. Los que nos miran probablemente no sean capaces de identificar ese detalle como el causante de la impresión negativa que le causamos. Por eso cuando ese detalle se elimina, simplemente dejan de vernos enfurruñados, y nos perciben con mejor aspecto, pero sin saber el porqué.
El mejor piropo que pueden decirnos es que una paciente nos comente que le han dicho que la ven mejor, más guapa, más repuesta…pero sin identificar el porqué.
Tenemos muchísimas técnicas de inyección orientadas no solo a tratar arrugas, sino a tratar la impresión que generamos en los que nos miran. Eso de que la cara es el espejo del alma, no siempre es así. A veces una cosa no acompaña a la otra, y se trata de armonizar ambos elementos, incluso de mejorar el alma mejorando la cara.
Si te interesa saber más al respecto de nuestros tratamientos no quirúrgicos con este tipo de técnicas, no dudes en visitar nuestra página web, donde encontrarás mucha más información sobre este u otros tipos de tratamientos. Por otro lado, en nuestro Facebook e Instagram encontrarás información, noticias de actualidad y curiosidades sobre estos temas que podrán ser de tu interés.
Muchas gracias por vuestra atención, ¡esperamos veros pronto en nuestro próximo blog!
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