Aumento de mamas
Duración
60 - 90 min
Anestesia
General. En ocasiones*, local y sedación.
Ingreso
Habitualmente,
24 horas
Recuperación
Incorporación laboral:
10 - 15 días
Intervención que aumenta el volumen del pecho a personas que lo tienen poco desarrollado o que quieren un mayor volumen del mismo. También se realiza en aquellos casos en que su tamaño se ha reducido, como sucede en las atrofias tras el embarazo o tras pérdidas de peso importantes.
Nuestra Filosofía: la aparición de nuevos implantes –anatómicos, gel cohesivo…- ha revolucionado el aumento de mama, sobre todo porque ha obligado a replantear toda una serie de cuestiones en relación a esta cirugía que con anterioridad no se tenìan en consideración. Empezamos a valorar –sobre todo a partir de los estudios de John Tebbets- toda una serie de medidas antropométricas en búsqueda de la prótesis ideal para cada paciente. Pero, ¿Qué es para nosotros la prótesis ideal?. La prótesis ideal es aquella cuya presencia pasará desapercibida una vez implantada, dando como resultado una mama armónica, bella, y del tamaño deseado por la paciente.
El objetivo, por tanto es la naturalidad en el resultado. Por este motivo, habitualmente realizamos el aumento mamario colocando el implante en posición subpectoral.
Elevación de mamas
Duración
2 - 3 h
Anestesia
Local y sedación o general
Ingreso
Ambulante, en ocasiones* 24 horas
Recuperación
Incorporación laboral:
1 -2 semanas
Operación destinada a elevar, corregir la flaccidez o remodelar el pecho caído.
El tipo de técnica a emplear para elevar una mama depende de la situación en la que se encuentra esta.
En un pecho ptósico o caído existe un exceso de continente (piel) en relación a su contenido (volumen). Caben todas las combinaciones posibles. En un extremo nos podemos encontrar con que el problema radique exclusivamente en una falta de volumen, y en ese caso la restauración de la mama pasará por realizar una mamoplastia de aumento.
Sin embargo cuando existe un exceso real de piel o de volumen, habrá que practicar técnicas de pexia propiamente dichas, las cuales pasan por eliminar dicho exceso cutáneo. En función de la cuantía del mismo las cicatrices resultantes podrán quedar limitadas al área periareolar, incluir una cicatriz vertical desde la areola al surco o incluso extenderse de forma variable a nivel del mismo (son las denominadas péxias con cicatriz en T). Este es el principal inconveniente de este tipo de procedimientos.
Reducción de mamas
Duración
2 - 3 h
Anestesia
Local y sedación o general
Ingreso
Ambulante o 24 horas
Recuperación
Incorporación laboral
1 - 2 semanas:
Operación destinada a reducir de tamaño un pecho que es desproporcionadamente grande. Esta es una cirugía, que tiene como resultado una mama de menor tamaño, elevada y con una forma más satisfactoria. Con todo ello, la paciente mejorará mucho en comodidad, liberando a su cuerpo del exceso de peso que soportaba, y que suele ser responsable de molestias en hombros y espalda.
Como resultado de una mamoplastia de reducción quedarán cicatrices a varios niveles de la mama (una alrededor de la areola, otra vertical desde ésta al surco , y otra a nivel del surco submamario). En los casos en que no existen excesos muy importante de glándula ó piel, y el estado de esta última es bueno, será posible practicar una técnica de mamoplastia de reducción de cicatriz corta (que evitan la cicatriz a nivel del surco). La apariencia final de las cicatrices varía considerablemente de unas pacientes a otras.
Cirugía secundaria y recambio de implantes mamarios
Duración
1 - 4 h
Anestesia
Local y sedación o general
Ingreso
Ambulante o 24 horas
Recuperación
Incorporación laboral:
1 - 2 semanas
ROTURA DE LOS IMPLANTES MAMARIOS
Una rotura de implante mamario se produce cuando hay un desgarro u orificio en la cubierta externa de la prótesis. Cuando se produce una rotura de un implante de gel de silicona el relleno es espeso y cuando se rompe el implante este gel inicialmente puede permanecer dentro de la cubierta de la prótesis para ir progresivamente saliendo fuera del mismo. Inicialmente ese gel queda contenido por el tejido de cicatrización que se formó alrededor del implante -cápsula periprotésica– (rotura intracapsular), Con el tiempo ese gel puede extenderse más allá de esa cápsula (rotura extracapsular).
Lo habitual es que el gel o líquido queden en zonas próximas, pero pueden desplazarse hacia los ganglios axilares, la caja torácica, la zona abdominal o incluso a través de la extremidad superior. La expansión del gel de silicona a estas zonas puede producir granulomas o siliconomas que son la reacción natural de nuestro organismo frente a un cuerpo extraño y que podemos percibir como pequeños bultos palpables al tacto en ocasiones. Esta evidencia nos indica que una detección precoz de la rotura permite reducir los riesgos y la expansión del relleno hacia otras zonas.
Las causas más frecuentes de rotura de prótesis son:
- El envejecimiento natural de la prótesis. Las prótesis actuales no tienen una duración determinada, por lo que pueden durar toda la vida del paciente. Sin embargo, cuantos más años pasan desde el implante mayor es la probabilidad de rotura. Cuando la reacción del tejido alrededor de la prótesis es excesiva (contractura capsular) se produce una compresión sobre el implante que puede acelerar su deterioro y rotura.
- Daño por otras intervenciones. Otras intervenciones quirúrgicas sobre la mama pueden dar lugar a que el instrumental utilizado perfore la prótesis. Por ello ante una biopsia u otra intervención debemos alertar al profesional que la realiza sobre la existencia de los implantes.
- Estrés físico sobre el pecho. Las prótesis están diseñadas para que sean compatibles con una vida normal y con la práctica del ejercicio o deportes. Sin embargo, un traumatismo sobre la zona pectoral o una presión intensa sobre el pecho pueden dar lugar a la rotura. Si sufrimos un impacto fuerte sobre el pecho como el que se puede producir en un accidente de tráfico puede ser recomendable realizar una revisión de las prótesis.
RETIRADA O RECAMBIO DE IMPLANTES MAMARIOS
Una mujer portadora de implantes mamarios puede desear quitarse las prótesis y no volver a ponérselas. En ocasiones ese deseo es el resultado de complicaciones con los implantes, cambios en la percepción estética o en la necesidad de retirar un implante antiguo o deteriorado.
Algunas mujeres que portan implantes antiguos, deben retirarlos por seguridad y deciden no cambiarlos. En muchos casos se trata de mujeres que se operaron siendo muy jóvenes y ahora en la madurez prefieren un pecho más discreto o no estar pendientes de revisiones.
A veces, esos implantes jugaron un papel importante durante muchos años y les dio mucha satisfacción pero tras embarazos y lactancias, han aumentado de peso y quieren recuperar el volumen mamario que tenían inicialmente tras la cirugía y no quiere utilizar nuevos implantes. En este tipo de pacientes se realiza una explantación de los implantes habitualmente utilizando una cicatriz periareolar (alrededor de la areola).
Este mismo abordaje nos permitirá subir un poco la mama que suele haberse caído por efecto del tiempo, los embarazos, lactancias… La recuperación de parte del volumen de las mamas puede realizarse mediante la realización de un injerto de grasa en las mamas.
Cuando las mamas están muy caídas y con importante alteración de la forma, suele ser necesario hacer alguna técnica para subir la mama; bien con cicatriz periareolar (alrededor de la areola) más cicatriz vertical o lo que suele ser más frecuente mediante una mastopexia con cicatriz en T invertida y remodelación del tejido mamario.
LA TÉCNICA QUIRÚRGICA
LA EXPLANTACIÓN
Para extraer el implante mamario se realiza una incisión para llegar hasta el mismo y retirarlo. Tras ello a veces es preciso extirpar total o parcialmente la cápsula que rodea el implante, o modificar las dimensiones del bolsillo protésico mediante suturas o secciones de dicha cápsula. El implante puede haber provocado una expansión de la piel de la mama y una ligera atrofia de la glándula mamaria, sobre todo en casos de prótesis grandes. Por tanto el efecto de una explantación puede ser similar al obtenido después de la lactancia: con una mama caída y atrofiada lo que puede obligar a procedimientos adicionales.
Si el implante estaba roto; esta rotura puede ser intracapsular o extracapsular. En ambos casos se realiza una explantación con limpieza de toda la silicona.
PROCEDIMIENTOS ADICIONALES
Si hay atrofia o caída del seno, se pueden realizar procedimientos adicionales para reafirmar o dar más volumen a la mama como: la mastopexia o lipotransferencia.
EN LA EXPLANTACIÓN SIN RECAMBIO
Si el implante que llevaba la paciente es pequeño y no se produjo atrofia en la mama o descolgamiento de la piel, no suele ser necesario realizar procedimientos adicionales. En caso de que la mama esté caída o presente déficit de volumen será preciso realizar algún procedimiento adicional como mastopexia y/o lipofilling.
EN LA SUSTITUCIÓN DE IMPLANTES
Cuando se cambia por otro, si el tamaño del mismo es diferente, con frecuencia habrá que modificar las dimensiones del bolsillo protésico (espacio donde va alojado el implante).
Esta cirugía de recambio además, supone una oportunidad para tratar y resolver aquellas circunstancias que no eran satisfactoria, como por ejemplo la visibilidad de un implante, la caída de la mama, el desplazamiento de las prótesis, un tamaño.
La recuperación de la explantación depende de lo complejo que haya resultado el procedimiento y de la necesidad o no de técnicas adicionales. Pero en principio debe uno contar con los mismos plazos de recuperación que en la cirugía de aumento.
Mama tuberosa
Duración
2 - 3 h
Anestesia
General
Ingreso
Ambulante o 24 horas
Recuperación
Incorporación laboral:
1 - 2 semanas
La mama tuberosa o mama tubular, recibe ese nombre por la forma que adquiere la mama, cuando se produce su desarrollo en la adolescencia. Esta forma se caracteriza por un desarrollo insuficiente de la parte inferior de la mama. Además esta deformidad puede asociarse a algún grado de caída y herniación de la areola, que no es raro que presente un diámetro excesivo.
Las características más comunes de la mama tuberosa son:
- Forma cónica o picuda.
- Areolas grandes.
- Falta de desarrollo en la parte inferior.
Estas características se pueden presentar de diferente forma o severidad, y afectar de manera distinta a ambas mamas.
Mama tuberosa
Mama normal
CORRECCIÓN QUIRÚRGICA
La operación de corrección de la mama tuberosa busca eliminar su forma cónica o de tubo, cambiándola por una forma más redondeada, aportar el volumen al pecho en las zonas que faltan, y corregir y/o reducir el aspecto de la areola.
Dado que las mamas con esta deformidad presentan un desarrollo deficiente del polo inferior en las mismas esto implica que el surco submamario esté posicionado más alto de lo normal. Por ello durante esta cirugía es preciso frecuentemente descender la posición del surco. Cuando se realiza esta maniobra hay que prevenir la formación de un doble surco, que consiste en la coexistencia del surco antiguo (si no se ha conseguido hacer desaparecer durante la cirugía) y el nuevo surco -más bajo- formado a nivel del borde inferior del implante.
Con la técnica de Puckett realizamos una remodelación glandular que comienza con la reducción del diámetro de la areola y continua con la fragmentación de la banda de constricción (causante de la mama tuberosa) o brida en el polo inferior de la mama. Después una vez liberada la brida, la glándula mamaría se reparte hacia afuera y hacia abajo. Además hay que «sujetar» la areola (ya que es muy laxa) mediante una sutura circular permanente.
Para dar más volumen, especialmente en el polo inferior emplearemos implantes mamarios. En este caso nos decantamos preferentemente por los anatómicos, pues los mismos tienen mayor capacidad de expandir el polo inferior y el surco antiguo, siendo más rara la presencia de dobles surcos cuando empleamos este tipo de implantes.
Ginecomastia
Duración
1 - 2 h
Anestesia
Local y sedación o general
Ingreso
Ambulante o 24 horas
Recuperación
Incorporación laboral:
3-4 días (liposucción)
7-10 días (cirugía abierta)
Se conoce como ginecomastia al desarrollo anormal de la mama masculina. En ocasiones obedece a una situación patológica o a la toma de determinados medicamentos, situación que habrá que excluir o estudiar previamente a la realización de cualquier tratamiento.
Con frecuencia el exceso de volumen de la mama se debe a un cúmulo de grasa en la misma, en cuyo caso la situación podrá resolverse mediante liposucción. En otras ocasiones existirá un desarrollo anormal del tejido glandular, para cuyo tratamiento será precisa la resección del mismo, asociada ó no a liposucción.
Tras la operación se coloca en quirófano una faja adaptable a la zona aspirada, que conforma la piel a su nuevo contorno. Esta deberá llevarse ininterrumpidamente durante un periodo de 2 a 4 semanas.