Una gran preocupación para los profesionales médicos es velar por la seguridad de nuestros pacientes. El nuevo virus (Cov2 SARS, Covid 19) y su potencialidad para generar problemas de salud muy severos, han añadido otro elemento a tener en cuenta.
Los centros hospitalarios, al ser un lugar donde posibles pacientes de esta enfermedad acuden para ser diagnosticados o tratados, constituyen un lugar en el que si no se toman las medidas de precaución adecuadas, pueden llegar a ser un sitio de difusión de la enfermedad. Todos hemos visto en los medios de comunicación como los profesionales sanitarios han sido la población más afectada por esta nueva enfermedad.
En las fases iniciales de la epidemia se han dado caso de pacientes que se han contagiado durante su ingreso hospitalario, al no tener estos centros sanitarios claramente diferenciados los circuitos de pacientes Covid y el del resto de pacientes. Establecer circuitos distintos (para entendernos, recorridos y áreas de espera y hospitalización de pacientes), permite evitar el contacto de un tipo de paciente con los otros. En esas medidas se incluye contar con un personal distinto y bien formado.
Después de estos meses de dura experiencia, tenemos perfectamente integradas las medidas de prevención que eviten esas infecciones cruzadas, y en este sentido, nuestros centros sanitarios donde llevamos a cabo nuestras intervenciones son un lugar seguro.
El otro motivo de preocupación han sido los indicios que apuntan a que los pacientes enfermos de Covid y sometidos a cirugía con anestesia general, podrían tener un mayor riesgo que la población general de desarrollar la enfermedad en sus formas más graves. Esto está aun por confirmar, y en el momento actual se están llevando a cabo estudios epidemiológicos para investigar si esto es realmente así.
Protocolos pre-operatorios
Por este motivo, en los protocolos pre-operatorios elaborados por las sociedades científicas de especialidades quirúrgicas como la nuestra, se han incluido medidas encaminadas a descartar la presencia de infección por covid antes de la cirugía.
Se trata de evitar que alguien infectado intervenga en un proceso no urgente y vital. Estas pruebas han ido variando a lo largo del tiempo y actualmente son:
- 14 días antes de la fecha en que tenemos programada la cirugía, el paciente debe superar una encuesta epidemiológica. Ésta descartará la presencia de sintomatología compatible con Covid 19 o contacto estrecho con algún paciente diagnosticado de esta enfermedad.
- 48/72 horas antes de la cirugía se realiza una prueba de PCR, para determinar si existe infección por virus. Algunos protocolos aconsejan además la realización de un estudio serológico (determinación de anticuerpos contra el virus). Actualmente nosotros optamos por la realización de ambas pruebas, para eliminar el riesgo de falsos negativos.
Con todo esto, pensamos que ahora mismo operamos con unas garantías de seguridad respecto a este problema del Covid 19. Infinitamente mayores que las que teníamos a primero de Marzo, cuando el virus circulaba en cantidades más elevadas a las actuales. Por aquel entonces no éramos conscientes de este riesgo y no teníamos implementadas las medidas de precaución que actualmente tomamos.
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