¿Cuál es la mejor técnica para un aumento mamario?
Esta es una cuestión que no solo se pregunta cualquiera interesado en someterse a este tipo de cirugía. También los cirujanos plásticos debemos hacérnosla cuando estamos frente a un paciente en concreto, con sus condiciones físicas, deseos y formas de vida particular.
Está claro que para que un resultado sea natural el implante debe quedar cubierto por una cantidad de tejido suficiente para camuflarlo. Si el implante se nota, la “magia” se habrá roto.
En muchas mujeres esto no puede conseguirse empleando solo el tejido mamario, si este es muy escaso. Para este tipo de situaciones el colocar el implante bajo el músculo se convierte en una necesidad, pues el espesor del músculo pectoral mayor ayudará a camuflar el implante.
Pero incluso en los pacientes que presentan una cantidad de tejido mamario suficiente para camuflar el implante, y en los que la colocación por encima del músculo dará un resultado natural, debemos hacernos la pregunta sobre qué pasaría en el futuro si ese tejido pierde espesor. Esto puede ocurrir tras pérdidas de peso, embarazos con o sin lactancias, o la adopción de hábitos de vida que incluye la realización regular de ejercicio físico.
En los tiempos que corren es frecuente ver a muchas personas verdaderamente “enganchadas” al deporte. La realización intensiva de este conlleva en muchos casos la pérdida del tejido graso bajo la piel, que en ocasiones es deseada como medio para definir más los relieves musculares, pero que en el caso de las personas que son portadoras de implantes mamarios, estos también empezarán a notarse más, si el tejido graso que los cubre se reduce de forma notable.
Por este motivo, ante las dudas sobre qué le pasará al tejido mamario en el futuro, somos partidarios de emplear el bolsillo dual (implante bajo músculo pectoral), en la mayoría de los casos. No solo nos preocupa el presente sino también el futuro de nuestras pacientes.
Tan solo nos planteamos la colocación encima del músculo -subfascial- en aquellos casos en el que hay pocas dudas futuras de que ese tejido mamario vaya a perderse. Mujeres que no desean tener más hijos, y que aunque tengan una actividad deportiva, ésta no es excesiva, con un tejido mamario y graso suficiente para cubrir el implante, son candidatas a la colocación prepectoral -subfascial- de sus implantes, y se les puede ofrecer esta posibilidad.
Las ventajas de esta técnica frente a la dual, es que técnicamente es algo más sencilla y con una recuperación algo más confortable y rápida. Por otro lado evita el riesgo de mama dinámica; la animación de la mama cuando el pectoral se contrae. Realmente este problema en caso de técnica dual es mínimo en la mayoría de los casos, pero no así en la técnica subpectoral pura.
Estas ventajas de la colocación subfascial del implante han animado en los últimos años el desarrollo del aumento mamario híbrido.
¿Qué es el aumento mamario híbrido?
Se trata de asociar la colocación de un implante mamario a la realización de un injerto graso, que consiste en extraer grasa de otra zona de la propia paciente y transferirlo a la mama (Lipofilling).
¿Pero para qué complicar el procedimiento? Efectivamente combinar el aumento mamario con una liposucción e injerto graso de la mama supone un mayor consumo de tiempo quirúrgico y mayores costes, pero también es una solución distinta para aquellas mamas en que su escaso espesor de tejidos obligaría a una colocación subpectoral (dual o no) del implante. En estos casos con poco tejido mamario, se suplementaría este con el espesor que aportaría el injerto graso, posibilitando el empleo de un implante en posición subfascial sin el inconveniente de que se note. Además, como se ha añadido volumen a la mama mediante el lipofilling, el implante a emplear para alcanzar el volumen deseado será de menor tamaño. Esto hará que se note menos la prótesis y favorecerá la estabilidad del resultado. Esta, es una tercera vía para el implante mamario, a la que dedicaremos un artículo especial de nuestro blog.
Recuerda que puedes obtener más información al respecto a este tema y otros tratamientos en nuestra página web o incluso, volver a echarle un ojo a uno de nuestros anteriores artículos donde hablamos de «El implante que mejor te conviene». No olvides visitar nuestro Facebook e Instagram y enterarte de los temas de actualidad sobre salud y estética.
Finalmente acabamos con la reflexión de que muchas veces vemos como algo que podría parecer muy homogéneo y monótono, puede personalizarse muchísimo. Cómo decía un cirujano plástico norteamericano, Tom Biggs, “una llave no abre todas las cerraduras”.
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