¿Qué es un mommy makeover?
Igual últimamente estamos escuchando ese término americano en diversos medios de comunicación. El mommy makeover es la combinación de procedimientos de cirugía plástica que ayudan a restaurar el cuerpo tras los dramáticos cambios que conllevan el embarazo, parto y lactancia materna.
Tras esa etapa de la vida muchas mujeres ven cómo su cuerpo ha cambiado definitivamente. Es frecuente ver que las mamas ahora están más caídas y vacías, la piel abdominal se ha vuelto más fláccida y a veces con estrías. Y tampoco es raro que el estiramiento de la capa profunda del abdomen, formada por músculos y un conjunto de láminas de tejido fibroso (fascia y aponeurosis), se ha distendido en exceso dando lugar a la separación de los músculos rectos del abdomen (diástasis de rectos).
El ejercicio y otros cuidados pueden ayudar a recuperarse de parte de esos efectos, pero la mayoría de las veces las cosas no volverán a estar como estaban, a menos que optemos por opciones más drásticas, como la cirugía. Ningún ejercicio o deporte podrá estirar o eliminar una piel distendida ni volverá a reparar una verdadera diástasis de rectos, o la cicatriz de una cesárea.
En definitiva: un mommy makeover es un conjunto de procedimientos quirúrgicos encaminados a reparar los daños de un embarazo, principalmente en mama y abdomen, en un solo tiempo quirúrgico.
Sus pros y sus contras
Combinar en un solo acto quirúrgico más de un procedimiento quirúrgico tiene la ventaja de precisar una sola anestesia general, un único ingreso hospitalario y contar con un solo periodo de recuperación. Los contras derivan del hecho de sumar la agresión de dos actos quirúrgicos a la vez, por lo que la recuperación es más incómoda y algo más prolongada que la de cada procedimiento por separado. Cuando operamos un abdomen, la paciente puede valerse de sus brazos para incorporarse, pues no debe hacer fuerza con la musculatura abdominal los primeros días. Cuando operamos las mamas no conviene que se haga fuerza con los brazos los primeros días. Por ese motivo cuando se operan las dos áreas a la vez, al comienzo la paciente será mucho más dependiente de ayuda externa.
Por otro lado, hay que medir mucho la dificultad particular de cada procedimiento a realizar. Particularmente, la seguridad nos parece que es la prioridad principal en nuestro quehacer cotidiano, por lo que solo combinamos cirugías cuando la severidad de la deformidad de cada una de las zonas a tratar no nos exigirán una agresividad o duración del procedimiento demasiado prolongada. Si alguna de las zonas a tratar van a exigir una reparación demasiado extensa, preferimos reparar primero una zona (abdomen o mama) y en otra cirugía la otra. En general lo recomendado para cirugías electivas, como estas, es que no duren más de 6 horas. Luego, si anticipamos que la duración será mayor, aconsejaremos no realizar juntos esos procedimientos.
¿Quién es una buena candidata para este procedimiento?
Las pacientes deben estar próximas a su peso ideal y en unas buenas condiciones de salud. Se debe esperar al menos 6 meses desde el nacimiento y en caso de haber dado el pecho, hay que esperar a que la mama haya terminado su involución, lo que implica esperar hasta que se hayan cumplido 6 meses desde que se interrumpió la lactancia materna.
¿Qué incluye un mommy makeover?
El mayor beneficio de un mommy makeover es combinar varios procedimientos en una única operación. Esta cirugía personaliza para atender las necesidades particulares de cada paciente combinando de forma variable alguno de estos procedimientos:
- Abdominoplastia, frecuentemente asociada a la reparación de diástasis de rectos, para estirar el abdomen y reparar la separación de los músculos rectos del abdomen.
- Aumento de mama, mastopexia, o la combinación de ambos, para elevar y recuperar la plenitud de la mama. Algunas mujeres precisarán más que un aumento una reducción de mamas, lo que conlleva siempre la elevación de la misma.
- Liposucción, para retirar los exceso de grasa y re-contornear el cuerpo.
Preparación para un mommy makeover
Al menos cuatro semanas antes de la cirugía deberás dejar de fumar, pues este hábito aumenta mucho el riesgo de complicaciones serias que comprometerán el resultado (necrosis cutánea e infección) y enlentecerán la recuperación. Esto incluye la exposición al humo de otros fumadores. Esto es debido a que la nicotina reduce el flujo de sangre a los tejidos que han sido elevados y estirados.
Hay que revisar la medicación y suplementos dietéticos que se toman habitualmente, pues algunos pueden ser perjudiciales para la cirugía. La cirugía debe ser pospuesta si existe una infección activa. El estrés adicional de la cirugía puede interferir con la respuesta inmune a la infección y facilitar su empeoramiento. Además, una infección activa puede extenderse a un implante mamario recién colocado.
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